miércoles, 20 de agosto de 2014

Todos y Euclión

[A Euclión] si le pidieras prestada el hambre, no te la daría.
La comedia de la olla
Plauto
Euclión bebe su amargura en soledad. Tiene en su posesión una fortuna. Podría, si quisiera, regalarse una vida fácil, ignorando cualquier inquietud por la falta de dinero. Sin embargo, lo que ha ganado en riquezas, no le compensa el desasosiego por temor a perderlas todas.

Indudablemente, es difícil sobrellevar la pérdida: dinero, salud, amistad, amor, comodidades, ideas, creencias, autonomía, libertad, prebendas, sinecuras...

Llama la atención la cantidad de estopa que los partidos -los hasta ahora dueños y señores del parlamento-, y sus medios afines, están repartiendo sobre la nueva formación política. ¿Esta última, dentro de un tiempo, también haría igual que aquellos?

Es humano