viernes, 9 de septiembre de 2016

Buitre negro


No sé si emulando a parte de los siete intrépidos samuráis de Kurosawa pero helos en la foto -con pinta de "yo pasaba por ahí y..."- plantando cara al destino. El de en medio podría ser Takashi Shimura y el de la derecha, algo más desarregladillo, Toshiro Mifune.

Estos cinco magníficos (¡ejem!, el quinto no sale en la foto) han sido elegidos para reintroducir el buitre negro, especie vulnerable, en la Sierra de la Demanda. Van a ser los primeros. Luego, a lo largo de varios años, irán liberando más ejemplares que aseguren y fijen la población. La idea es crear un área de cría que sirva de "puente" entre el hábitat tradicional del centro y sur peninsular y el más reciente del Pirineo catalán.

La organización GREFA (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) se ha encargado del proceso. Largo proceso que durará años, como dije. Ya ha participado en la creación de la colonia pirenaica en donde han introducido sesenta buitres negros durante los últimos diez años.

El pueblo de Huerta de Arriba, en donde se están aclimatando los cinco pioneros, ya se ha encargado de bautizarlos y todo. Una de las dos hembras lleva el nombre de Anabia, el rico fruto azul de bosque. Esperemos ver sus cuadradotas siluetas planeando, con sus primos los leonados, por los cielos de Demanda.

Fuente: GREFA

domingo, 31 de julio de 2016

No olvidar

No hay país que pertenezca a un solo hombre.

Qué poco hemos cambiado desde los albores de la civilización: siempre desconfiados hacia toda autocracia. Y cuánto nos ha costado -cuántas vidas y padecimientos- dejar atrás las tiranías, dictaduras, despotismos, y demás ralea (algo que conviene no olvidar). Por eso, ayer y hoy, la reflexión política que escribió hace dos mil quinientos años Sófocles, en Antígona, no ha perdido vigor. Y que nunca lo haga, pues renueva nuestro compromiso con lo que hemos alcanzado, y lo que habría de ser en todo el orbe, definiendo una referencia contra cantos de sirena, o falsos ídolos de barro, a lo largo de la historia.

Ah, y gracias al grupo de teatro La Bicicleta por traernos al autor griego.