jueves, 19 de febrero de 2015

Alumnos 2

Ahora, por la película, está de moda Alan Turing; y algún libro de él terminó cayendo en mis manos, en este caso, Alan Turing: el pionero de la era de la información, de Copeland. No escribo desde ningún ámbito de conocimiento mediato o inmediato a la ciencia del biografiado, en absoluto. Pero me llamaba la atención su peripecia personal.

En un capítulo, el texto recoge algunos fragmentos de una discusión, en clase, entre Turing y uno de sus profesores en Cambridge, Wittgenstein. La cosa iba como sigue:

Varias veces surgió, en el curso de las disertaciones, el tema del peligro por las contradicciones en matemáticas. «Wittgenstein sugirió que existían contradicciones en matemáticas que no tenían por qué ser tan dañinas. A lo que Turing inmediatamente contestó: "no, si el verdadero daño no aparecerá a menos que exista una aplicación, en tal caso puede que se caiga un puente o algo por el estilo"».

Otro libro (Clases sobre fundamentos de matemáticas de Wittgenstein) añade más fragmentos de esta disputa.

Wittgenstein (en plan él mismo): La cuestión no es si la contradicción tendría que afectar a algo, sino cómo usar el resultado obtenido de ella.

Turing (erre que erre): Con las reglas que uno usa en lógica, si uno incurre en contradicciones, entonces se meterá en algún problema, por ejemplo que el puente se caiga.

Wittgenstein: Nadie se mete en un problema por una contradicción en lógica. No es como decir [y aquí Wittgenstein se puso estupendo]: estoy seguro de que ese chico será atropellado; nunca mira antes de cruzar.

Turing (se lo sirvió en bandeja el otro): Pareces querer decir que si uno usa un poco de sentido común, no se meterá en ningún problema [¿hubo risitas?].

Wittgenstein (¿qué?, ¿he oído bien?): No, eso NO es lo que quiero decir, en absoluto.

Este grito, este "NO" (en mayúsculas en el original) del maestro, al escuchar a su alumno reducir alegremente los fundamentos matemáticos a mero sentido común, es un lastimoso quejido lleno de frustración. No sabemos si el alumno abrigaba alguna intención de cazar al profesor, pero era curioso ver el denuedo con que Turing se empleaba sin descanso, haciendo uso de toda clase de argumentos y, claro, triquiñuelas.

La de profesor-alumno es una relación difícil. Puede que, a veces, la complicidad arrastre a los discentes tras la propuesta del maestro. Pero en otras ocasiones es todo lo contrario. Predomina el enfrentamiento a cara de perro. Sin embargo, ahora que lo pienso y siempre dependiendo de la "calidad" de dicho enfrentamiento, hay en él un cierto rasgo positivo: no se puede negar la implicación del alumno. Pero si ésta falta, si se impone la indiferencia, ¿qué sucede? Un escenario, sin duda, más plácido, ¿y también más feliz?

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--Pero, al final, el puente cae o no.
--Brrrrrrrrrrrr.

9 comentarios:

  1. Es cierto, al final un alumno nos concreta tanto que nos desarma...

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    1. Claro, es el riesgo ¿no? Estás abriendo nuevos horizontes. Entonces, ¿cómo garantizar el comportamiento, la reacción de los alumnos? Es imposible. A lo desconocido cada uno responde de una manera, aferrándose a algo sólido, lanzándose sin paracaídas, cogiéndose de la mano... Buf, quién sabe.

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  2. Iba yo pensando, ¿y quién es Alan Turing? Claro, el héroe desahuciado del código Enigma (muy importante en la batalla de Kursk, según leí, los ingleses chivaban a los soviéticos los movimientos de la contraofensiva). Muy triste la historia de Turing y muy viva la historia que nos traes entre dos pesos pesados. Hay algo de la nueva sangre usurpando su lugar a los de la vieja guardia, que es como en parte avanza el mundo.
    Soy de los que piensa que el puente se cae y no hay nada peor que la indiferencia.
    Saludos.

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    1. Estoy pensando que, quizá, el joven no estaba jugando a ser alumno, sino a otro juego mucho más ambicioso. Quizá todo aquello de lo que iban las clases, él ya lo sabía (conversaciones entre estudiantes), y solo tratara de hacer su propio camino, su propio destino, abriéndose camino haciendo una muesca en su culata: la cabeza del profesor.
      Luego, a ambos la vida les llevó por caminos insospechados. Al joven, por el camino de la ciencia y la computación, además, claro, de ser un héroe de guerra aunque no disparara un tiro en el frente. Pero a los ingleses, visto lo que les preocupaba de verdad (la "conducta deshonesta"), eso de ser héroe de guerra no parece que les impresionara mucho. Todos los pueblos tienen esqueletos en sus armarios.
      En cualquier cosa, cuando encendemos un ordenador, nos podemos acordar tranquilamente de él contemplando todas esas letritas y colorines, mientras se carga la memoria.

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  3. Querido dafd es dificil estar de los dos lados y lograr el equilibrio
    Abrazos

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  4. Pues sí. La comprensión total no es alcanzable y, de serlo ¿sería preferible? Podría producir parálisis. ¿Alguna definición de dios que manejamos terminaría así, irresoluto?

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  5. Me he tenido que leer la entrada dos veces. Aún recuerdo esas clases donde la lógica te lleva a un callejón sin salida.
    Como bien comentas, la comprensión total no es alcanzable pero, cuando se aplica el conocimiento a un ejemplo práctico, tampoco es necesaria. Si no puedes hacer el puente de una forma, buscas otra.

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  6. ¿Cómo es la relación existente (difícil-fácil) entre el ingeniero y el físico o matemático? El primero hace uso de un tipo de lógica, y puede que tenga un punto de vista muy concreto, mientras el físico o matemático lo tienen mucho más abstracto. Puede que la contradicción denuncie un estado de necesidad simplemente.

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