jueves, 4 de abril de 2013

Diálogo imposible 2/4

Ahora paso a dar testimonio de la intervención del eminente desconocido, defensor del Trono, la Religión y el orden sagrado de nuestros ancestros a quien, estoy seguro, tú llamarías "ese cuervo déspota":

Hay tres especies de patriotismo. El de la primera está formado por los que a trueque de conservar pura su religión y mantenerse leales a su soberano Fernando, no han dudado en rechazar con gallardía cualquier trato con el invasor abandonándolo todo incluso a riesgo de morirse de hambre. Dejemos aparte al segundo tipo, por no venir a nuestro interés esta noche, y volquémonos con el de la tercera especie, el patriotismo científico. Este es el que sabe unir todos los extremos y atar todos los cabos. Ha logrado tener a su disposición dos tesorerías, la de Pepe Botellas y la de la nación española. Cuando se acabó la de Pepito, se ha ido sin tropezar a la otra como si toda la vida hubiera estado en Cádiz. No le importa haber tenido trato con Napoleón para que venga aquí y tercie con los pobres ingenuos de la primera especie de patriota. Y en Cádiz, no ha desaprovechado momento para hablar mal de los frailes y verter trozos enteros de libros heréticos. ¿Ya se han imaginado quiénes son estos ilustres señores de la tercera especie? Sí, esos, los filósofos.

Que cambiamos de color dice este vocero del antirreformismo. Perdonadme que me sonría de esa acusación cuando unas veces hemos visto, según el viento que soplara, a un siervo del Señor subir a la cátedra de la verdad a proclamar rey por la gracia de Dios a nuestro legítimo monarca el señor don Fernando VII; y subir, si es que había moros en la costa, a proclamar a Napoleón en el nombre del mismo Dios. Vosotros los que nos acusáis de acomodarnos al sol que más calienta, ¿es que tenéis el descaro de asestar vuestros tiros a los mismos que os defienden contra la tiranía?, ¿a vuestros mismos hermanos? Las armas que os dimos para defensa de la religión, ¿las volvéis ¡aleves! contra la patria?
¿Por qué no saltáis contra los verdaderos enemigos extranjeros?: los que allanaron la casa del Señor, los que profanaron sus santas imágenes, los que robaron, quemaron y convirtieron los templos en establos.


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Fuente: ningún diálogo en cursiva o subrayado de esta anotación y la que sigue me pertenece. Están tomados de las obras que se referirán en Diálogo imposible 4/4.

2 comentarios:

  1. Hay un detalle que no se me escapa y a riesgo de parecer un "nostálgico", diré que con el tiempo se ha perdido en retórica y en el uso de la palabra escrita. Me sucedió lo mismo tras leer El Buscón. Pensé, ¿cómo es posible? En nuestra sociedad discursos como este son casi imposible. Y ya no digamos a pie de calle.
    Ay, este defensor de Fernado VII, infausto y siniestro rey, olvida en su discurso que tras las banderes se esconden intereses muy concretos. Lo dijo en sus memorias un general norteamericano de finales del XIX, "toda la vida detrás de la bandera cuando al final me di cuenta de que iba tras el dólar", en referencia a las guerras sudamercianas de la época.
    "Aleves", toda una novedad linguística.
    De todos modos la sentencia última me sobrecoge: "los que profanaron sus santas imágenes, los que robaron, quemaron y convirtieron los templos en establos.". Apuntada, sí señor.
    Saludos.

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  2. Sí, me gusta mucho cómo escribe esta gente. Tienen una manera de explicarse tan reposada y tan precisa que me produce placer su lectura.
    Me ha encantado esa frase del general norteamericano. Qué amargura y qué penetración destilan. Los ideales son interpretados por algunos como remos con que propulsarse en procelosas aguas y atizar a cuantos náufragos traten de subir a bordo.

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